Un San Jordi radiante
- Ariadna López
- 24 abr 2016
- 1 Min. de lectura

Con un sol claro y miles de personas en las calles, Cataluña celebraba el día de ayer su fiesta popular por excelencia: Sant Jordi.
Como es de tradición en este día, las mujeres regalan un libro a su pareja, y los hombres a su vez le regalan una rosa, en señal de amor. Esta tradición viene dada desde el siglo XV y surge de una leyenda popular en la que un caballero, San Jordi, mató a un dragón para salvar a su amada, una princesa. De la sangre que salió del dragón nació una rosa de un color rojo intenso que el caballero cogió y regaló a la princesa para declarar su amor.

De este cuento popular y de la coincidencia de que es el día internacional del libro, por la muerte de Shakespeare, las calles se llenan de gente que pasea entre paradas de libros y de rosas buscando un obsequio que regalar, no solo a sus parejas sino también a familiares y amigos. Además, cada año esta fiesta consigue reunir a miles de autores que aprovechan este día para firmar sus libros a todos aquellos y aquellas que desean conocer al creador de las historias fascinantes que leen.
A pesar de las predicciones previas del mal tiempo, el sol no dejó de brillar en todo el día hasta el atardecer, dando paso a un día extraordinario donde las familias pudieron disfrutar de esta fiesta popular en las calles catalanas sin ningún impedimento.
Cultura, rosas, libros y enamorados, fueron algo que no faltó en este 23 de abril.
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