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Eduard Sala: "Cáritas es mi sitio en el mundo"

  • Andrea Puig y Ariadna López
  • 10 mar 2016
  • 13 Min. de lectura

El equipo de #Trends tuvo el placer de entrevistar a Eduard Sala, responsable de Acción Social en Cáritas Diocesana de Barcelona. Sus amplias vivencias como voluntario, educador social, coach y formador nos muestran su capacidad de reflexión sobre los aspectos más importantes de la vida, tema del que más tarde habló en una de las conferencias de las Jornadas Blanquerna.

¿Cuándo se unió a Cáritas y por qué no eligió otra entidad?

Cáritas es mi sitio en el mundo. Yo soy creyente y tremendamente inspirado por alguien que se llama Jesús de Nazaret, al que yo no he conocido. Cáritas es mi sitio en el mundo, uiero decir que es un espacio donde puedes vivir alineado con eso que tu quieres y se pueden hacer muchísimas cosas con muchísima gente que vale mucho la pena. Es uno de esos sitios donde se puede construir el mundo. Por eso no es un trabajo, es un sitio en el mundo.Hay muchos sitios en el mundo posibles y he estado en muchos diferentes, pero elegí Cáritas porque me vino la oportunidad.


¿Qué te impulsó a unirte a Cáritas?

Empecé como voluntario acompañando a un niño, un niño que se llamaba Mustafa y tenía 3 años. Había sido dejado por su madre en una pensión y fue a un centro y bueno, yo quería hacer alguna cosa y Cáritas era un sitio posible donde llamar a la puerta. Y entonces me pidieron hacer este servicio: los fines de semana ir a buscar a Mustafa, que era subsahariano, precioso… Me vinieron las ganas de adoptarlo con 18 años pero por suerte se hizo la luz y fue adoptado por una familia después de 3 años de haberlo acompañado. Y eso fue la puerta de entrada a Cáritas.

Un día me ofrecieron la oportunidad de ser educador en un centro de niños tutelados y fue eso: entrar como voluntario, enamorarme de un niño y de un sitio en el mundo y después proponerme el hecho de poder entrar en uno de los primeros centros que hizo caritas con profesionales.


¿Cuál es tu función principal en Cáritas?

Cáritas es el sitio más apasionante que puedes imaginar. Llevo la acción social lo que significa gestionar todos los equipos y proyectos de todos los diferentes servicios y ámbitos desde los que tienen personas inmigrantes, mujeres maltratadas, personas sin hogar, niños en situación de riesgo, familias en situaciones complicadas, centros de orientación laboral, de formación… todo esto esta llevado por un excelentísimo y genial equipo de 2400 voluntarios y entre directos y indirectos unos 330 profesionales, todos gente que vale muchísimo la pena y que construye. Y a mi van y lo que me piden es este servicio: poder coordinar todo esto. Entenderás que es absolutamente genial, ¿verdad?


¿Cuántos años llevas participando?

Entré como voluntario en Cáritas el año 81, yo debía tener 19 años y desde entonces ininterrumpidamente, aunque estuve 4 años sin estar vinculado a Cáritas, siempre he estado o bien como voluntario o bien con encargos profesionales además. Todos estos años. Es decir, he estado 33 años de mi vida vinculado a Cáritas.


¿Qué estudiaste?

Yo empecé queriendo ser el director general del universo. Yo quería ser como mi padre que era director administrativo de una empresa. Sacaba matricula de honor en todo hasta COU que me regalaban las matriculas de honor de gimnasia porque yo era incapaz de subir por la cuerda y los otros profesores debían decir: ‘tu a ponerle matricula de honor al Sala’. Mi objetivo era ser como mi padre y empecé económicas, pero vino una crisis de esas importantes, una situación difícil en casa sobretodo por el paro de mi padre que marcó muchísimo y hubo un cambio 180 grados en mi vida cuando en casa tuvimos acogidos dos alemanes, uno luterano y el otro católico, y los acompañé a un encuentro que hubo de 4 días en Barcelona y fue allí cuando empecé a conocer a gente de mi edad que estaba haciendo cosas en Bélgica, Alemania, Italia, España… Entonces me planteé la pregunta: ¿Qué es lo que quieres aportar tú al mundo? Y eso me supuso dejar económicas, estudiar lo que a mi me interesaba que era historia, filosofía y letras, cambiar totalmente de vida y hacerme voluntario.

A parte de ser licenciado en filosofía y letras, tuve la oportunidad de poder participar, cuando ya trabajaba como educador, con la fundación Pere Tarrés para montar la primera diplomatura de educación social en España. Y fue alentador, es decir, pude participar en la construcción de los estudios de Educación Social universitarios y han sido años absolutamente excelentes… Tenéis que saber que ahora mismo estáis sonriendo, que de vez en cuando sonreís. Cuando tenéis la posibilidad de conectar también con vosotras mismas en alguna cosa que os resuena mucho, siempre acabaréis sonriendo y eso pasa también cuando habláis con cualquier persona que esté llena de alguna cosa. Ojalá que vosotras lo que hagáis en el mundo os haga conectar con algo que os haga sonreír. Os lo digo porque tenéis que ser conscientes.


¿Llevas a cabo alguna ocupación paralela?

Siempre he estado como mínimo en dos sitios en el mundo, hace muchos años. Algo que para mi es muy importante es ser libre y eso quiere decir tener capacidad de elegir y no estar en un sitio solo porque estoy en ese sitio. Siempre he estado en el campo social y en la universidad o en el campo social y impartiendo formación por mi cuenta… Los últimos años estaba en tres sitios distintos hasta que volví otra vez a Cáritas, en el campo social con las Hijas de la caridad, impartiendo formación también por mi cuenta y como coach también. Lo que pasa que Cáritas ahora es un agujero negro impresionante y solo cojo en cuestión de coachinga personas apuradísimas que están desahuciadas y tienen que venir los fines de semana, un domingo por la tarde en mi casa porque sino no los puedo atender. Pero ahora mantengo el campamento base que es Acción Social de Cáritas y de vez en cuando, cuando me lo puedo combinar un fin de semana por las tardes, hago algunas formaciones que me piden.

Esta conferencia que daré hoy la hago con el sombrero de Cáritas y lo que aporte la facultad irá como donación a Cáritas, pero también doy formaciones que son mi sitio en el mundo y a parte tanto lo que hago de coaching como formación hay un 40% que lo hago como voluntario, es decir quien no puede pagar una formación, pero es de esa gente que vale la pena, lo hago. El tema del voluntariado pienso que no es una cosa que hago sino que es una cosa que soy. Estás sonriendo.


¿Cuál es el propósito de la charla que ofrecerás durante las Jornadas Blanquerna?

El propósito de la conferencia de hoy es remover. Remover la vida de la gente ya que saldréis diferentes de allí. No importa la información que pueda daros, importa la vivencia que acabareis experimentando cada uno de vosotros. ¿Por qué? Porque lo que intentamos plantear desde Cáritas es una propuesta que cambia la vida, facilitar, poder aportar alguna cosa más al mundo que eso en lo que la gente se ocupa o preocupa. Es absolutamente transformadora. Somos una comunidad humana y para todos nuestra vida puede tener un sentido claramente o en la medida en que la podamos orientar también esta construcción de un mundo diferente y orientar nuestra vida hacia los otros. Entonces lo que pretendemos con esta charla no es explicar nada de lo que hacemos en Cáritas sino que lo que os plantearemos es: ¿Y tu qué quieres ser en este mundo?, ¿qué es lo que quieres vivir? Algunos de vosotros os planteareis un gran interrogante, no saldréis indiferentes y para cada uno de vosotros habrá sido algo diferente porque seguramente, si todo va bien, habrá un momento significativo en que lo pasareis fatal pero saldréis de allí muy bien. Pasarán dos cosas hoy que recordareis el resto de vuestra vida.


¿Cuál es tu método de divulgación?

El mejor método de divulgación es el boca a boca. El método de divulgación es que tu seas capaz de tocar el alma del otro, así de claro, y eso quiere decir que tú estés escuchando mucho al otro. A nivel personal, yo antes era completamente ignorante, analfabeto absolutamente en el tema de redes sociales hasta que, en el otro sitio del mundo donde yo estuve durante 12 años con las Hijas de la caridad dirigiendo diferentes servicios de ellas para atender a personas sin hogar con drogodependencia y en prisión o excarceladas con un equipo excelentísimo de personas. Allí se atendían unas 2400 personas al año que lo habían perdido todo. Hicimos una apuesta por los medios de comunicación y primero probamos con un blog, luego entramos en Facebook, hicimos una web, entramos en Twitter… y eso me llevó a darme cuenta de que si yo quería que la gente entrara a las de Santa Lluisa, como a mi me conocía tanta gente, tenía que entrar yo y eso ha sido un cambio… ¡Buah! Se ha abierto todo: con Facebook, cuando entré no tenía ni idea pero ahora me parece que agotaré 4800 o 4900 personas que me siguen, bueno de esos amigos que no son amigos, pero un impacto brutal. En Linkedin, que es una red profesional, tengo unas 1500 personas,que para ser Linkedin es mucho. O Twitter que me preocupa, no se que pasará cuando llegue a los 2000 porque ahora estoy por 1880 contactos. Me doy cuenta del impacto que tiene eso: me piden de Almería formaciones o en Madrid varias veces, otras en Sevilla o como el otro día que estaba en Murcia. Y entonces dices: ¡qué poder tienen las redes!En Cáritas también estamos haciendo un camino en eso y yo intento arrastrar a mis amigos. Ojalá, y ya veréis como lo haré después en la conferencia, si la gente twittea que lo haga correctamente y así eso se podrá amplificar. Es importante aprovechar todos los medios que tenemos para poder comunicar y expandirse, es fundamental si es que queremos tener impacto en el mundo. No nos podemos quedar en cuatro paredes sino que es importante que el fuego se expanda. Tenemos que transformar el mundo y eso no podemos hacerlo cuatro.


¿Qué busca transmitir el titulo de la conferencia?: “¿Vivimos o pasamos por la vida?”

El titulo era más largo, de hecho la otra propuesta era: Entre brújulas, zombies y pollos decapitados. Y lo que pretende transmitir es una pregunta: ¿Yo qué hago?, ¿yo quién soy?, de hecho la pregunta fomentada es: “¿Estoy viviendo lo que realmente quiero vivir?. E incluso la pregunta más esencial es: ¿Estoy siendo quien realmente quiero ser en este mundo?


Esta es la pregunta del titulo.¿Qué consideras tú?: ¿Vivimos o pasamos por la vida?

Yo diría que depende. O sea yo no soy nadie para juzgar la vida de nadie pero siento que hay demasiada gente que está solo pasando por la vida. Siento que hay demasiada gente que está gestionando la vida como si en un momento determinado pudiera ir al banco para pedir unos minutos más de vida o unos años más de vida para poder hacer eso que no ha podido hacer. El banco no te dará ni un solo segundo más de la vida que te toque vivir. Muchísima gente está viviendo este año lo mismo o una versión similar de lo que vivió hace dos años y vivirá este año una versión similar a lo que vivirá el año que viene. Y yo no soy nadie para valorar esto pero yo lo que les preguntaría es si realmente quieren que su vida sea así. ¿Cómo puedes esperar que tu vida tenga sentido si tú no sabes que quieres vivir hoy? Si tu día no tiene sentido, ¿cómo quieres esperar que al final cuando tengas una acumulación de días y te preguntes si ha valido la pena la vida que has vivido la respuesta sea un si? Es tremendamente duro. He acompañado a mucha gente a morir y cuando uno tiene una mala respuesta a esa pregunta es muy duro. Entonces claro, esa pregunta no se la puede formular al final de su vida, uno se la tiene que formular ahora. ¿Qué es lo que realmente quiero vivir, qué quiero ser y qué quiero aportar al mundo? Creo que uno tendría que salir cada día de casa sabiendo qué objetivo profesional o académico tiene para el día de hoy, qué objetivo relacional o social tiene para el día de hoy y qué objetivo personal tiene para el día de hoy. Si tú no tienes claros cuales son tus objetivos, a nivel académico por ejemplo, en el momento en que tu te conectes a las redes sociales acabarás colocando como prioridad las prioridades de los demás y eso te acaba llevando a vivir una vida que no es la tuya.


¿Qué consejo le darías a una persona que sienta que no está viviendo la vida como la tendría que estar viviendo?

Yo diría que el primer paso es que lo sienta, si ya lo siente ya ha dado un paso genial. Pero hay una cosa que seguramente os comentaré en la conferencia que es que la inercia nos mata, la inercia gana siempre. La gente tiene un miedo al cambio feroz y la mayoría de gente lo que hace es vivir la vida por decantación como el agua que baja por la montaña. Para poder cambiar y hacer otra cosa tiene que haber algún tipo de correlación de tres variables: una tiene relación con lo que tu has dicho, la insatisfacción, ya que solo cambiarás lo que estás viviendo si estas insatisfecho pero no es suficiente. Si eso que vives o eres no te gusta, la segunda cosa que has de tener es visión, es decir imaginarte donde querrías estar, qué querrías vivir o quien querrías ser, pero también es insuficiente. El siguiente paso es saber por donde empezar. Sonríes, que lo sepas.


¿Qué has visto en el mundo actual que te ha llevado a reflexionar o hacer reflexionar a la gente sobre como se vive la vida?

Ésta pregunta es interesante y curiosa. Yo diría que testimonios concretos. He tenido la posibilidad de conocer a personas que yo llamo personas luz en espacios muy concretos, desde varias Hijas de la caridad;una profesora que me planteó muchas preguntas; un monje de Montserrat que murió llamado Miquel Estrade,; amigos de viaje… personas que me han planteado las preguntas adecuadas y se lo agradezco mucho porque me cambiaron la vida. De hecho, si te fijas, el titulo de la conferencia está en pregunta, no es una frase.


Como coach y formador, ¿qué experiencias en la vida te han llevado a sacar estas conclusiones?

En lo social, o escuchas o no haces tu trabajo. Hay muchísima gente que confunde lo que es la acción social con el yo sé, yo te llevo, yo te gobierno tu vida y no te preocupes que tienes que ir por donde yo te diga. Perdona pero esto es un desastre. Alguien que está en el campo social tiene que ser un gran acompañante y no se puede ser un gran acompañante si no eres una persona que sabe escuchar y así es también como tú aprendes el nivel de solitud profunda que hay, el nivel de pérdida del norte de muchísima gente, el nivel de vacío que también existe, el nivel de sufrimiento que hay en muchísimas vidas. No se trata de llegar a conclusiones pensadas, se trata simplemente de escuchar, mirar y callar y así te das cuenta de la sed de sentido que tiene la gente.


¿Consideras que se tendría que concienciar a la sociedad que hace falta un cambio para que no se generalice el hecho de no tener conciencia de cómo vivimos?

Sí, se tendría que formar pero yo soy muy poco partidario de reducirlo solo a la formación. Con la antigua reforma educativa se hablaba de los contenidos, eso que aprendéis vosotros en la universidad, y hay como tres bloques: hechos y conceptos, eso que la gente aprende de cosas nuevas o de contenidos intelectuales, el saber. Seguidamente, los procedimientos, las competencias y las habilidades que requieren herramientas para hacerlos, los saber hacer. Por último, las actitudes y los valores, el ser y el saber ser. Yo pienso que lo que es fundamental es trabajar en estos tres ámbitos, no solo con conocimientos de la cabeza sino también desde el corazón y desde las manos en cuanto a estrategias.


¿Cuáles crees que son las causas que te llevan a plantear todo esto?

En el mundo occidental se ha confundido mucho el tener con el ser. Es como si las personas fueran en función de lo que llegan a tener o incluso de lo que hagan, y perdona, las personas lo que son es mucho más que eso que tienen o que hacen. Imagínate si tú asocias lo que tú eres con lo que tú haces, ¿qué pasará cuando no puedas hacerlo por una enfermedad o lo que sea? Tú continuas siendo esa persona. Muchísima gente ha confundido esoy pienso que uno de los problemas ha estado en esta confusión entre lo que somos y el sombrero que tenemos. El hecho de ser voluntario no me hace ni un poco mejor persona que la compañera que estaba acogida, o el voluntario que está haciendo un refuerzo en una escuela de otro país. Estoy haciendo una cosa determinada y la dejaré de hacer, no se cuánto tiempo más estaré aquí, ¿renovaré en el mismo servicio cuatro años más? Hace un tiempo ya dejé de hacer lo que estoy haciendo ahora, dimití, dejé mi sitio en el mundo. En enero de 2001 con el cierre de los inmigrantes no tuvimos luz verde para poder actuar y yo pensaba que como Cáritas teníamos que poder actuar y no pudimos. Yo me fui de mi sitio en el mundo de un día para el otro y, ¿yo dejé de ser quien era? No, dejé de hacer lo que hacía pero yo continuaba siendo Eduard, precisamente por ser yo mismo decidí marchar de ese sitio en el mundo. La gente va preocupada y ocupada por “chorradas”, en negrita, mayúscula y subrayado, tamaño 48. Nos preocupamos y nos ocupamos por tonterías, por cosas que de aquí 5 años ni recordarás y hay gente que no duerme por eso. Es tan estéril, ocupa tantoy son cosas que están vinculadas a tu sueño, que es lo que trataremos en la conferencia. Os doy un titular: hay problemas que la gente ve como problemas que son autenticas “chorradas”, que no son problemas. Un problema es una cosa que tiene solución, porque si no tiene solución no es un problema, es una cosa con la que tienes que aprender a vivir, no nos equivoquemos.


¿Recuerdas algún hecho remarcable que consideres ejemplar para representar el conflicto que describe la charla de hoy?

La muerte de Josep Maria Bassa, un voluntario que murió hace cuatro años. Alguien que acompañaba a personas sin hogar de Santa Lluisa , alguien que se había dedicado a comerciar toda su vida, se había jubilado y había dedicado todo su tiempo libre a atender a personas sin hogar y en prisión. Tenía dos pantalones de verano y dos de invierno, justo cuando se lavaba uno se podía poner el otro y todo lo demás lo donaba. Pero cuando murió de un cáncer, muchos de nosotros habríamos estado totalmente angustiados y mal, él estuvo hasta el último minuto en el Hospital Vall d’Hebrón, donde todo el mundo que venía salía de su habitación mejor de lo que había entrado. Todo el mundo con el sentimiento de pérdida, de que iba a morir, y él no hablaba para nada de su dolor, sino que preguntaba “¿tú como estás?”, “cuídate mucho”, “gracias por todo”, “cuida eso que te apasiona”… Aprendí cómo uno podía cerrar una vida plena en plenitud hasta el último momento y creo que ese es un buenísimo planteamiento para la vida.


 
 
 

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